Aftersun: Reconciliarse con el pasado
Las vacaciones entre un padre y su hija te pueden cambiar la vida para siempre.
•×Clara Chauvín
[Crítica de cine]
© Fotos oficiales de Aftersun MUBI
Una de las mejores películas del 2022 fue Aftersun, ópera prima de la directora escocesa Charlotte Wells. Con mucha sutileza y melancolía, esta película independiente narra la historia de unas vacaciones entre padre e hija durante los ‘90, en parte inspirada en la vida de la propia cineasta, donde el amor familiar, el despertar de la adolescencia y la depresión son sus principales ejes.
Los registros de las historias familiares pueden pensarse como si fuesen piezas de rompecabezas. Existen fotos o videos que capturan momentos en particular y también recuerdos que, aunque no tengan un registro fìsico, quedan en nuestra memoria para completar esa historia repleta de matices. En su obra Sobre la fotografía, la escritora Susan Sontag decía: “El resultado más importante del empeño fotográfico es darnos la impresión de que podemos contener el mundo entero en la cabeza, como una antología de imágenes”. Pero también existen hechos que subyacen a esas imágenes, que a veces el tiempo logra recuperar algunas partes para reconstruir y así encontrar aspectos que no estaban tan aparentes. La joven cineasta escocesa Charlotte Wells tomó esos registros de su memoria para reconstruir su propia historia en su primer largometraje llamado Aftersun, una de las grandes sorpresas del 2022.
En esta ópera prima, la novel directora y guionista narra de forma exquisita la historia de unas vacaciones de verano de Calum y Sophie, padre e hija, en un resort de Turquía. Ella -interpretada por la jovencísima Frankie Corio en un papel debut inolvidable- tiene 11 años y él -encarnado por Paul Mescal, un actor para seguir prestando atención- cumplirá 31 durante esos días. Su viaje transcurre en la década del ‘90, pero avanzada la película nos daremos cuenta que en realidad presenciamos los recuerdos de una Sophie adulta, ya en la actualidad, quién todavía necesita volver a armar las piezas de aquel verano junto a su padre. Apenas comenzada la película, percibimos de forma inmediata la conexión entre Calum y Sophie, su complicidad amorosa, y lo especial que es el viaje ya que viven en ciudades distintas (la niña con su madre en Glasgow y él en Londres).
Pero uno de los puntos fuertes de Aftersun es todo aquello que no dice, esas piezas que no están explícitas y que nosotres iremos descubriendo a medida que avanza el relato. Mientras padre e hija pasean, juegan, bailan y se divierten juntes, también será mucho lo que vivirán a nivel individual. Sophie en su incipiente adolescencia y despertar sexual; Calum, por su parte, atravesando una profunda depresión a la cual se entrega en sus momentos de soledad en la oscuridad de la noche, en contraste con las risas y el disfrute que se vive durante el día en compañía de su hija y que van registrando con una cámara de video. Varias cosas se van entendiendo sobre la vida del joven papá: una infancia dolorosa, proyectos inconclusos, problemas económicos, pero sin dudas un amor incondicional hacia Sophie.
Wells presenta un retrato del vínculo padre/hija desde el cariño y la comprensión, dos seres que viven en su propio mundo y construyen sus propias reglas. Calum protege a Sophie, sin dejar de brindarle la libertad para que se descubra a ella misma en su camino hacia la adolescencia, le enseña técnicas de defensa personal ante la posibilidad de un ataque, y le dice que siempre podrá confiar en él (la escena del diálogo donde Sophie le cuenta que tuvo su primer beso con un chico es una de la más tiernas y honestas de la película). En torno a Calum sobrevuela un aire de constante incógnita, como un ser inalcanzable que apenas se refleja en algún espejo, alguien a quien Sophie adulta (y nosotres como espectadores) intenta interpretar en sus recuerdos cargados de amor y melancolía.

En varias escenas en soledad vemos a Calum de espaldas mientras fuma, mira el cielo o llora desconsolado y desnudo. La actuación de Mescal, que ha cosechado varias nominaciones durante la última temporada de premios, es tan sutil como desgarradora. “Puedes vivir donde sea que quieras vivir, ser quien quieras ser”, le dice a la niña acariciando su rostro, mientras escuchamos la canción Tender de la banda Blur que dice: “Tierna es la noche recostado a tu lado, tierno es el tacto de alguien que te ama. Tierno es el día, los demonios se alejan. Señor, necesito a alguien que pueda curar mi mente”. En este sentido, la música es otro de los elementos esenciales que hacen a la película, cada una de las canciones elegidas enriquecen la narración en su conjunto.
Aunque se trata de una ficción, Aftersun fue en parte inspirada por la vida de su directora. Al respecto, Wells ha comentado: “Aunque no considero la película autobiográfica, el punto central de los personajes definitivamente es mi experiencia. Tratando de expresar emociones y sentimientos, de pérdida, la muerte de mi papá fue un punto de arranque para el film. Y de ahí surge una gran pregunta ¿dos personas pueden compartir experiencias positivas, felices, divertidas, y experiencias individuales más complicadas? ¿Podés realmente conocer a un padre, especialmente de niño? ¿Cuál es tu percepción de ellos fuera del rol que interpretan para vos?”. Estos temas ya habían sido experimentados anteriormente por la cineasta en un cortometraje realizado en 2015 titulado Tuesday, en el cual podemos encontrar que se entabla un diálogo con la película que vendrá unos años después.
Volviendo al ensayo de Sontag, la escritora afirmaba: “Mediante las fotografías cada familia construye una crónica-retrato de sí misma, un estuche de imágenes portátiles que rinde testimonio de la firmeza de sus lazos”. En una escena en que Calum y Sophie están cenando, un fotógrafo ofrece sus servicios para sacarles una polaroid. Faltarían algunos años para los tiempos de la inmediatez de la foto digital, así que mientras la imagen va lentamente apareciendo en el papel, elles siguen conversando. Él le pregunta qué le parecieron sus vacaciones, ella contesta “Las mejores. Quisiera haber tenido más tiempo”. El momento se inmortaliza en la foto y los recuerdos de un viaje que probablemente sea una bisagra.
Luego sonará Under pressure y papá insiste en ir a bailar en una de las escenas más conmovedoras que se hayan filmado en los últimos años. “Este es nuestro último baile, estos somos nosotros” cantan Freddie Mercury y David Bowie y padre e hija se abrazan creando una comunión sin tiempo. Aftersun es una película sobre el amor pero también sobre el duelo y la importancia de reconciliarnos con el pasado. Poder perdonar (y perdonarse), abrazar y, finalmente, dejarlo ir.
¿Querés mirar Aftersun?
Encontrala en la plataforma de MUBI.
Trailer:
∆ {Curaduría por Equipo Circular}



