Queremos ver feliz a Messi
Messi, el jugador, el influencer.
•×Nadia Fink
[Fútbol es pasión]
© Ilus de Nadia Sur*
¿Cómo es posible que Messi se transforme de un “fracasado sin carácter” al influencer número uno del mundo en cuestión de meses? En las líneas que siguen, tal vez no encontremos la respuesta, pero sí algunas pistas para entender el amor que tenemos por Leo, el pibe que sólo quiere jugar al fulbo.
Messi sonríe, Messi camina, Messi festeja los goles haciendo guiños de pelis compartidas a los hijos, Messi motiva a sus compañeros en el vestuario, Messi se enoja en cámara, Messi salva partidos, hace goles imposibles, Messi se niega hablar en otro idioma que no sea el español (que no sea el rosarino, mejor dicho), Messi en todos lados y en cada momento.
¿Cómo es que ese niño que sólo quería jugar a la pelota, que metieron en un partido con 4 años “para que hiciera bulto”, que se fue España temprano para que costearan su tratamiento, que fue insultado y denostado por el periodismo y muchos hinchas por “fracasado”, pasó a ser no sólo el mejor jugador del mundo sin discusión alguna, sino la persona más conocida y el mayor influencer a nivel mundial?
Es muy posible que no develemos ese misterio en las líneas que siguen, pero sí es muy probable que encontremos pistas para entender lo veleta del mundo y, como dice una frase de Gustavo Ceratti, “tarda en llegar, pero al final hay recompensa”.
Empecemos por una certeza: al mundo le encantan los héroes. Al mundo de todos los tiempos. Desde los tiempos más antiguos, el camino del héroe sigue siendo el recurso narrativo más impactante. Y la historia de Lionel Andrés Messi tiene todos los condimentos para brillar.
Pero además del camino propio, las cuatro finales perdidas con la Selección Argentina que hacían de Messi un blanco fácil para periodistas deportivos complicados, para aquellos que mueven sus carreras profesionales celebrando éxitos y denostando fracasos, que apilaban críticas vinculadas con su “falta de caràcter”. Y es que, claro, del otro lado (en esta pasión por los binarismos que ya son deporte nacional) estaba el “mejor jugador del mundo”, Diego Armando Maradona, representante del jugador de fútbol macho y con carácter que toda hinchada pide para que vista su camiseta. Esa personalidad desbordante, adentro y afuera de la cancha, del tipo que no se callaba ante nada y que invitaba a pelear a cualquiera; contrastaba de forma notable con el chiquitín tímido que no enfrentaba poderes ni rivales fuera de la cancha. Ahí sí, con la pelota en los pies, el chiquitín saca a pasear su súperpoder.
¿Acaso en esta forma de mirar la historia, la muerte del patriarca del fútbol le haya abierto el camino a un Messi con menos presiones? ¿Tal vez haya algo de la empecinada religión popular que nos representa como pueblo que siente que el que se fue le dejó la posta al mejor aunque ya no represente esa masculinidad que supo ser la única posible en el fútbol?
Lo cierto es que el famoso Messi, el ignoto Scaloni y el puñado de pibes que admiraban a Lionel y soñaban jugar con él, se pusieron de acuerdo en una única cosa: queremos ganar todo con Argentina, sí, pero, sobre todo, queremos ver feliz a Messi.
Tal vez haya sido un pacto implícito, un acuerdo silencioso que latía fuerte. Lo cierto es que, con el campeonato Mundial de 2022, Messi llegó a la cima de las fotos con más “me gusta” de Instagram en toda la historia. Más de 73 millones de personas celebraron que Leo alzara la copa del mundo que durante tanto tiempo le había sido esquiva. Detrás quedó la “foto del huevo”, aquella que lideró por años el ránking de corazoncitos y, pegadita, la foto de Messi durmiendo con la Copa. De las 10 publicaciones más “megusteadas” de la historia, 6 son del 10 y el que sigue es el otro “contrapunto” que generó el binarismo: Cristiano Ronaldo, el jugador que representa la batalla individual, el éxito del “gladiador” de físico desarrollado y peinado impecable, el que celebra goles solo y habla varios idiomas a la perfección. Sin embargo, basta con preguntar a las niñeces de todo el mundo para que respondan: aguante Messi y Cristiano, porque, por supuesto, cada quien tiene su estilo de juego y las infancias saben mucho más del disfrute que de la eliminación por oposición.
Y así como llegó a la foto número uno de la historia, arribó a Miami a los 36 años, en una edad para la cual muchos jugadores ya piensan en el retiro o juegan parados en la cancha por el peso que genera su figura, Leo eligió hacer lo que mejor sabe y lo que más le gusta: jugar al fulbo. En la tierra del soccer, Messi se dedica a jugar a la pelota, como si fuera niño, como si los estadios millonarios fueran un pedazo de potrero, un puñado de pasto y varios metros de tierra como en el club del barrio que lo vio nacer, el Abanderado Grandoli.
León Krauze escribió, en el editorial de The Washington Post, que la llegada de Messi ayuda a “demostrar que el fútbol en los Estados Unidos está listo para su próximo gran salto”. Una de las sedes del Mundial de fútbol masculino 2026, Estados Unidos, cuenta hoy 62,5 millones de hinchas latinos. A ese “soccer” llegó Messi para cambiar la historia.
¿Creen que no es posible? Sólo un repaso de los ítems principales que Leo puso de moda:
-El rosa en una camiseta
-La monogamia
-Hablar sin las “s”
-El castellano como idioma principal
-Hablar lo justo y sobre lo que sabe
El Messi influencer hubiera sido impensado unos años atrás. Claro que el fútbol masculino profesional es el negocio más millonario del mundo. Por supuesto que no hay inocencia detrás de cada estrella que se catapulta hacia cada rincón del universo. Pero, también, es cierto que Messi llega con el consenso y el amor de cada persona del planeta; que su risa parece decir que se puede llegar de la manera en que se cree genuina; que en un mundo que nos explota por todos lados, sigue siendo posible cumplir sueños, ser el ídolo de tus hijos por divertirte trabajando y seguir jugando a la pelota como un niño. Esa utopía que nos despierta la aparente simpleza de Messi es, tal vez, lo que queramos rescatar en un mundo que se empeña en denostar la alegría del placer y lo lúdico.
∆ {Curaduría por Equipo Circular}
CRÉDITOS
Nadia Sur* es fotógrafa aficionada, está terminando la Lic en Artes Visuales en la UNA. Vive en Cañuelas. Es una de las nuestras e integra el Staff de Circular
Instagram: @nadia.sur