domingo, 12 de octubre de 2025
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Coimas, ajuste y furcios: la otra cara del “éxito económico”

Después de varios días de silencio, Javier Milei, su hermana Karina y parte de su equipo negaron las acusaciones por el presunto cobro de coimas y sobornos de laboratorios y farmacéuticas en la compra de medicamentos. En paralelo, el oficialismo bajó una orden clara: instalar el relato de un “éxito económico” apoyado por el FMI, mientras postergan cualquier respuesta sobre este escándalo —y sobre el costo social de su plan fiscal— para después de las elecciones.

[Crisis de los cuidados]

•×Ani Alegre

 

La foto actual es otra. Economistas de distintas corrientes advierten que el país está atrapado en una recesión sin salida a la vista. La presión devaluatoria se intensifica, la pobreza y el desempleo crecen, la inflación no cede ni siquiera con la caída del consumo y los supuestos alivios —como la baja de retenciones o la ayuda externa— no alcanzan.

En un acto en Junín, Milei lanzó: “Les estamos afanando los choreos”. La frase revela más que un furcio: exhibe la distancia entre el relato triunfalista y la crudeza del día a día. La pregunta que queda en el aire es inevitable: ¿cuánto más debe soportar la sociedad antes de reaccionar?

Algunas muestras cotidianas. Presencio una situación de una jubilada en la cola de la verdulería en Colón, llevaba zapallos, unas cebollas, huevos, tomates. Antes de llegar a la caja, agarró un racimo de bananas. No le alcanzó el dinero que llevaba para pagar. Las opciones eran dejar las bananas, “que la jubilación cada vez valía menos y que comer bananas era un lujo”. Estábamos varias personas en la fila, y supongo que intimidamos con la mirada a la cajera casi rogándole de forma determinante que de ninguna manera se atreviera a sacarle las bananas a la doña. También estaba la opción de hacernos cargo de ese monto extra. Otro caso pero en la dietética, una chica que hace budines, tortas, pastelería en general, contaba en la caja que iba a tarjetear el gasto para el mes que viene, ya que estaba dependiendo de las ganancias que le dejaran las ventas de las últimas semanas del mes. Otro episodio pero más cercano, en diálogo con  amigas sub 35, profesionales, cabezas de hogar, algunas madres, otras no, sin embargo la escena fue similar: quejas y preocupación por los aumentos en las tarifas de los servicios de agosto que ajustan cada días má la frazada. Me incluyo y comento que podría resolverlo con el privilegio de eliminar una actividad, ajustar gastos en la comida o posponer algún que otro plancito del fin de semana que ya no se puede. 

Mientras el Gobierno de ilei recibe sobornos millonarios, los precios de los medicamentos en las farmacias sufrieron subas de hasta el 30% en lo que va del 2025. Muchas familias cercanas colonenses, debieron abrir “cuenta” para poder pagar los remedios de sus gurises en dos o tres cuotas. Imagínense -ya que las movilizaciones no alcanzaron a visibilizar el panorama- las situaciones que atravesamos desde hace meses quienes tenemos enfermedades crónicas, oncológicas, autoinmunes y consumimos hasta 5 pastillas diarias cotizadas en dólares. 

Con un blindaje mediático cómplice, estos relatos que son más comunes de lo que nos informan, no logran hacer mella en la creencia de que el Gobierno de La Libertad Avanza está combatiendo la corrupción y la casta, cuando por el contrario, reciben sobornos y la mayoría de sus decisiones políticas provocan desfinanciamiento en salud, educación, despidos de profesionales que se desempeñan en diversas áreas claves del “denominado desarrollo libertario”, cierres inminentes de fábricas e industrias, paquetes de leyes y vetos que en golpean fuertemente a toda la ciudadanía. La sociedad argentina es vista en este momento como la campeona en afectación de derechos y vulneración de lo público en todo el Cono Sur. Milei, es la cara visible de algo más profundo que pretende colonizar e implementar políticas de desigualdad a cualquier costo, arremetiendo un plan represivo que incluye estigmatización, operaciones de prensa, amedrentamientos públicos y el ancho de espadas: las fuerzas armadas y de seguridad alistadas para el control social de un ajuste que, sin represión, no cierra. Nos basta mirar la lucha de personas, familiares y laburantes de las áreas de discapacidad, hace tan solo dos días atrás en plena lluvia frente al Congreso, resistiendo los palazos de la Policía. No alcanza con decir que no tienen corazón.

En este río revuelto de vértigo inaudito y final incierto, lo grave pasa a ser anecdótico, el humo tapa lo importante y todo está pensado para que, cuando nos demos cuenta, ya sea tarde. Milei y sus socios siguen esparciendo el relato del “milagro argento”: una inflación imaginariamente vencida y una actividad económica aparentemente recuperada. Pero en economía, la mentira tiene patas cortas. Mientras transcurre este tiempo de marcada distancia entre ricos y pobres, entre quienes pueden y no, entre quienes eligen y quienes no tienen la posibilidad de hacerlo, un escaso puñado de sectores de la economía experimentan un boom de ventas motorizado por el dólar pisado. Paralelamente, el consumo de masas continúa su largo desplome en los sectores más sensibles como alimentación, medicamentos, educación y prepagas. Por eso es importante relatar las historias cercanas y situadas, como las de la jubilada intentando comprar verdura y fruta,  para no instalar el relato empobrecedor de que elegir comer bananas, es un lujo. 

Dos mercados: uno en retroceso para pobres y otro en ascenso para ricos

El Gobierno nacional dice que la economía vive un supuesto rebote en V tras la recesión en picada que impuso el propio Milei con su primer paquete de medidas entre ellas devaluación del 120%, explosión tarifaria y vía libre al saqueo productivo y comercial mediante las desregulaciones. Esto incluye una parte de la mentira estadística y otra de la mentira conceptual. En cifras, el INDEC marcó un aumento de la actividad económica interanual del 5%, en mayo. El número de por sí no es astronómico, menos si consideramos que la economía venía de contraerse un 1,7% en 2024 y un 1,6% en 2023. Es decir que el “rebote” que aluden del 5% viene tras una caída sostenida de 3,3% en un período de dos años. Entonces, ¿cuál es la mentira conceptual? ¿Qué modelo de progreso económico y para quiénes es el que anuncia Milei? De esto charlamos en CIRCULAR con Aldana Denis, entrerriana, sanjosesina, economista, integrante del Centro de Economía Política Argentina CEPA

“Según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, desde la asunción de Milei se registra una caída de 15.564 empleadores -esto equivale a 223.537 trabajadores registrados-. Así, el disciplinamiento sobre los trabajadores se ejerce en base a la amenaza que representa el despido. Por eso, el desempleo no es sólo una consecuencia del modelo de Milei, es una condición de posibilidad”, afima Denis analizando el impacto en el empleo. Sin embargo, al igual que en la década del noventa, también lo es el valor del dólar. “En ese sentido, es importante tener en cuenta que se consolida una fragmentación entre quienes pierden sus puestos de trabajo y/o el poder adquisitivo de sus salarios y quienes -en menor medida- tienen la posibilidad de viajar al exterior o comprar una mayor cantidad de productos importados” confirma Denis y agrega: “No todo fueron caídas del consumo, también simultáneamente, aumentaron otros consumos. Por mencionar solo un ejemplo que grafique la situación: en julio el patentamiento de autos creció un 17,8% con respecto a junio; mientras que, la producción automotriz cayó un 13,4% -consolidando una tendencia preocupante que pone en riesgo miles de puestos de trabajo-. Esto es así debido al aumento de la participación de autos importados en el total de ventas”.

Los datos muestran que esa recuperación para pocos, considera que sólo un puñado de sectores de la economía viven un boom de ventas fruto de las artificiales y desfiguradas condiciones macro que impuso La Libertad Avanza con el dólar híper pisado, todo ello refleja una invitación al consumo en dólares para los sectores sociales que pueden acceder a la divisa extranjera. El conjunto de estos indicadores, confirman que en nuestro país hay dos mercados, uno en retroceso para pobres y otro en ascenso para ricos.

Durante julio Milei no logró cercar el déficit cero como proclamó en su cadena nacional, en cambio la suba de tasas para sostener la bicicleta financiera condujo a redoblar la motosierra contra el pueblo. De hecho, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el superávit primario durante ese mismo mes creció 41% real en términos interanuales (totalizó $1,7 billones), como resultado de recortes presupuestarios que afectaron a las mayorías populares, sobre todo en partidas destinadas a subsidios energéticos (-28,3%) -con sus correspondientes tarifazos-, programas sociales (-11,7%), salarios del sector público (-10%) y prestaciones del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (-7,4%).

Claro está que, en la medida que crezcan los compromisos en concepto de intereses de deuda, el Gobierno buscará preservar el superávit profundizando el ajuste sobre la ejecución presupuestaria que tenga como fin la atención social. Otro dato significativo, según los cálculos del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate), es que desde que asumió Javier Milei hasta junio de 2025, los recortes equivalieron a $72 billones a precios constantes, de los cuales $49,2 billones corresponden a la inversión en obra pública, jubilaciones, programas sociales y salarios estatales. A la par, el Gobierno no propuso una política recaudatoria de grandes industrias y contribuyentes.

Los principales síntomas de la crisis

La crisis económica ya no se mide en promesas de campaña ni en proyecciones oficiales, sino en señales concretas que atraviesan la vida cotidiana. La caída del valor agregado en la industria manufacturera, el derrumbe del consumo, el cierre de empresas y el aumento acelerado de la desocupación son parte de un mismo cuadro: un país donde los salarios pierden poder mes a mes y la incertidumbre se volvió la norma. Estos son hoy los principales síntomas de una economía en terapia intensiva.

La caída del valor agregado manufacturero

En el primer trimestre de 2025 la situación se agrava con la profundización de las caídas del VAB hasta porcentajes del 17,06% y 35,42%, respectivamente. La diferencia entre el VAB manufacturero de 2024 respecto del promedio interanual 2004 a 2023 es equivalente a una pérdida de US$ 2.713 millones, mientras que similar diferencia respecto del VAB correspondiente al primer trimestre de 2025 asciende a los US$ 5.100 millones. Estos valores promedio del conjunto de los sectores manufactureros no muestran la realidad de los sectores más afectados, que como indican las series históricas del Índice de Producción Industrial publicado por INDEC, corresponden a las sectores intensivos en mano de obra, como textiles, prendas de vestir, cuero y calzado, las industrias metálicas básicas y muebles y colchones.

La baja del consumo 

El consumo privado sufrió una caída equivalente a US$ 5.167 millones, el consumo público cayó el equivalente a US$ 1.294 millones, las exportaciones aumentaron US$ 9.117 millones mientras que las inversiones cayeron el equivalente a US$ 8.725 millones. Los promedios ocultan realidades muy diversas como en este caso el aumento del consumo de bienes suntuarios y de turismo de una minoría en simultáneo con una reducción del consumo de bienes de primera necesidad de la gran mayoría de los sectores populares y de la clase media, tal como analizaré al evaluar las causas.

El cierre de empresas

Otro síntoma de la crisis industrial es la cantidad de industrias que dejaron de operar desde el comienzo de la actual gestión. Según recientes declaraciones del Secretario de PyMEs, Emprendedores y Economía del Conocimiento, Marcos Ayerra, el Ministerio de Economía de Argentina está próximo a publicar un informe que mostrará que durante 2024 se perdieron aproximadamente 13.000 unidades productivas, de las cuales unas 5.200 correspondieron a PyMEs industriales. Este reporte, centrado en la natalidad y mortalidad de pequeñas y medianas empresas, también detalla que en el mismo año se crearon 53.000 nuevas firmas mientras que cerraron cerca de 66.000. Además, se destaca la salida de más de 20 empresas multinacionales que venían operando en Argentina. La lista incluye empresas que vendieron su operación a inversores locales, como es el caso de Telefónica, comprada por Telecom; Mercedes-Benz por el grupo financiero GST; HSBC comprada por Galicia, Exxon Mobil por Pluspetrol; Procter & Gamble por Newsan y Xerox por Datco. Otras multinacionales directamente dejaron de operar en nuestro país, incluyendo a Unilever, Ayudín, Pumpers, OLX Autos, la aerolínea Norwegian, Zara, las autopartistas Axalta y PPG, las farmacéuticas Hepatalgina, Gerresheimer y Eli Lilly, las, las energéticas Sinopec, Petrobras y Raizen, las marcas deportivas Nike y Under Armour y el fabricante de juguetes Hasbro

Una acelerada desocupación

Un reciente informe de CEPA, elaborado sobre la base del Sistema Integrado Previsional Argentino, el corolario de estos indicadores resulta, en lo que va de la gestión Milei, en una pérdida de 115.353 puestos de trabajo formales en el sector privado a los que hay que agregar otros 58.210 puestos de trabajo perdidos en el sector público. En total suman 157.203 puestos de trabajo perdidos.

Los salarios en caída

La decisión del Gobierno nacional de no homologar paritarias superiores al 1% mensual, el congelamiento del salario mínimo, vital y móvil, y la utilización de los salarios públicos como variable de ajuste, son solo algunos de los ejemplos de la incidencia política en la determinación de los salarios en picada.

 

Te amo, te odio, dame más

“El plan económico está funcionando” dice el presidente frente a cualquier micrófono que encuentra, pero el aumento de la brecha cambiaria, las tensiones públicas con el FMI y el recorte presupuestario del Estado en sus obligaciones, el aumento de la desocupación y la desigualdad y el crecimiento de la pobreza disparan una pregunta central: ¿qué es lo que está funcionando? ¿Qué pasa con la sustitución de importaciones y la autonomía nacional?

“Es importante tener en cuenta que no son estrategias de crecimiento excluyentes, creo que en ese sentido la discusión fundamental con LLA tiene que ver con el perfil productivo de la Argentina. El modelo Milei implica una reprimarización productiva y apunta al crecimiento de las exportaciones únicamente asociadas al agro”, explica Aldana y agrega: “El problema fundamental es que ese es un país para pocos: los datos muestran que se trata de sectores que, en su conjunto, generan el 6% de los puestos de trabajo privados registrados. Esto no implica negar la importancia del sector agropecuario en nuestro país, simplemente es poner de manifiesto que si queremos un país que nos incluya a todos y que logre sortear las limitaciones que impone la famosa restricción externa, necesitamos promover el desarrollo de otros sectores”. Denis asegura que tenemos grandes oportunidades en sectores estratégicos que están a punto de ser desaprovechadas por el sesgo anti industrial del Gobierno nacional “expresado no sólo en lo discursivo, sino fundamentalmente, en el RIGI, la apertura importadora, la desregulación de numerosas actividades y la derogación de marcos regulatorios que protegían y/o promueven distintas actividades. Evidentemente no tenemos un consenso respecto al desarrollo productivo que soñamos para nuestro país, y eso tiene implicancias en la definición del rol del Estado, la utilización de los dólares provenientes del sector energético, los niveles de endeudamiento, la capacidad de generar empleo de calidad, entre otras”, remarcó.

Para la economista entrerriana, el programa de Milei no cierra, ni social ni técnicamente. La situación se amplifica por la caída de exportaciones, el alza de importaciones sin criterio productivo y un déficit creciente en la cuenta de servicios por turismo y fuga de capitales. En pocas palabras: si no entran dólares, la cotización del peso no se sostiene, la comparación de los precios nacionales con los internacionales tampoco, y la inflación se desata. Y los dólares entran solamente de la mano amiga del FMI. El esquema se sujeta de un hilo finísimo que no se puede sostener en el tiempo. El préstamo del FMI es un vale para hacer política económica electoral hasta octubre, ganar las elecciones de medio término y con ese volumen político desatar lo que les dé la gana.

La Libertad Avanza insiste en que el plan de Milei está funcionando. La pregunta es, ¿para quiénes?

 

 

∆ {Curaduría por Equipo Circular}

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