miércoles, 29 de octubre de 2025
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Tim, el temor a ser olvidado

Tim Bergling es Avicii o viceversa. Es humano y es samplers, sonidos, acordes. Dejó un legado musical único para el main de la electrónica, así como viejas preguntas sobre las presiones de la cultura de masas en los jóvenes.

[Cultura, jóvenes y música electrónica en una era de combate emocional]

•×Andrea Sosa Alfonzo

© Fotos Avicii instagram oficial

 

Podemos hablar de música, de jóvenes, de cultura de masas, de suicidio –qué difícil–, de salud mental, de drogas –más aún–, de la escena electrónica, de la industria devorando materia humana. Podemos hablar de cuánto me moviliza un joven de mi ciudad que se quita la vida o de Avicii. Cuando le dije a mi hermano que su historia me conmovía es porque había llegado a imágenes de archivo que retrataban su vida, tan rápido como este mundo que nos rodea. Pero, ¿cuál era su historia? Perduraban otras sensaciones más profundas, una sinfonía, una mueca, una fuerza brutal de manada. Pensaba todo esto mientras escuchaba a Armin, más parecido a un viejo lobo; o recorría en el Spoty a Dylan, y releía a Kerouac, En el camino, el librazo de la Generación Beat, pero que en su debut lo hizo con The Town and the City. Resulta que esta primera novela de Kerouac, también es una historia que habla de surgimientos musicales y culturales que forjan la identidad de los jóvenes pero en este caso, de la pre guerra. Uno de los personajes, George Martin, reflexiona para sí mismo: Dios mío, quién puede saber las cosas que la gente ha conocido y las que se han olvidado en todos estos miles de años. Qué poco duran las cosas, un chasquido de dedos y se acabó todo’”. Kerouac era un jovenzuelo cuando publicó este texto, pero ¿qué tendrían que ver estos intersticios fuera de época? Datos que se alinean o un tiempo donde pasado, presente y futuro se disuelven, dice él, mi hermano, para explicar cuando creemos que “vemos señales”.

“Buscando mi camino en plena oscuridad, guiado por un corazón latente. No puedo predecir dónde terminará el viaje, pero sé dónde empezar”. Un sueco con cara de niño pasó de hacer producciones musicales de dormitorio a un giro radical de 180 grados. Avicii lanzó Wake Me Up el 29 de julio de 2013 como parte del álbum True con la voz de Aloe Blacc. La letra, desgarradora e íntima, recorre sentires oscuros y luminosos de una protagonista que –te invito a que busques el video– está fuera de época y recorre un pueblo para encontrar un lugar dónde ¿encajar? El artista sueco, Tim Avicii Bergling, presentó esta fusión entre el folk tradicional, el dance y el house, por primera vez en vivo, en el escenario del Ultra Music Festival de Miami. 

Tres años después, se retiró de la escena musical. 

Cuando Tim Berg que inmediatamente después se convirtió en Avicii, comenzó su carrera musical en los suburbios de Estocolmo, el mundo despertaba frente a la llegada del iTunes –que duró un instante para las pretensiones de la industria–, la ocupación total de Spotify y Soundcloud. Algo ya sabemos de esta disputa entre la tecnología, la industria y la cultura, no me interesa detenerme. Lo cierto es que a la escena electrónica le quedaba todavía un poco más para tomar una escala global a la par que lidiaba con los estereotipos que se imponían sobre su cultura con críticas como un espacio vacío de contenido, definiciones sobre qué es música y un público sumido en las drogas. Ok. 

Avicii no sólo irrumpió con su juventud –como tantos otros DJ´s, hay que decirlo– sino que además consolidó un sonido innovador para la generación electrónica, incluyendo géneros y samplers inmersivos que se destacan en su obra principalmente por la emocionalidad. Ahora bien, Avicii y Tomorrowland tienen una historia en común que nos trae hasta el presente y es que cuando el sueco debutó en 2011 con Levels en el histórico festival, no sólo fue una presentación épica sino que además el público y sus colegas quedaron pegados a su estilo. Esta presentación marcó un hito en su carrera que despegó vertiginosamente. 

En 2018, Avicii se quitó la vida, a los 28 años. 

 

Tomorrowland, Live Today, Love Tomorrow, Unite Forever

Tomorrowland Bélgica 2025, el universo helado y mágico que los organizadores no terminaron de completar este año por un incendio descomunal en el mainstage, es multifacético, multiétnico, conviven lenguas, culturas, estilos y clases sociales en un espacio que va desde un campamento gitano hasta hoteles de lujo con piscina. El épico festival de música electrónica (EDM) que reúne a seguidores y jóvenes de todo el mundo, Tomorrowland, está ocurriendo en el otro extremo del planeta ahora mismo, mientras lees este texto. En ese marco, Avicii Forever The Tribute, en conmemoración del décimo aniversario de la última presentación del DJ, es una espacio permanente de más de 140 metros cuadrados que se compone de imágenes inéditas, narrativa audiovisual, mezclas exclusivas y presentaciones especiales. Año a año los seguidores y colegas del sueco fueron homenajeando de forma espontánea su legado. Esta vez, la organización del Tomorrow propone relatos e imágenes inéditas que buscan fundamentalmente generar un momento reflexivo, de pausa y conexión con el arte y con los sentires humanos más profundos, mientras transcurre un festival que, por el contrario, está cargado de intensidad. En simultáneo, este año también se lanzó el álbum, Avicii Forever, con colaboraciones de diversos artistas.

Cualquiera que vea imágenes de Tim en su Instagram, o en sets que abundan en YouTube va a tener dificultades en linkear la vibra pasional y sensacional que transmite eso con el desenlace de su vida. Releí algo de Durkheim y Foucault sobre el suicidio, y apunté: un hecho social y la ausencia de formas de control, en el primero; y la politización de la muerte como un acto de resistencia comprendiendo que las formas de administración de la vida deben ser problematizadas como el ejercicio del poder, en el segundo. Pero hace un tiempo leí que el libro que Durkheim consagró al problema del suicidio tenía un enfoque vinculado con la división del trabajo, o sea, los sentires en torno al cumplimiento de expectativas de modelos impuestos en las sociedades contemporáneas, puesto entonces que no se trata de dinero, sino de cuánto ganas, ¿cómo medir lo ganado cuando se trata de un fenómeno individual vinculado a causas sociales? Todo empeora si las formas de ejercicio del poder ya no son a través de la muerte sino en cómo se administra la vida y la prolongación del “sufrimiento”, “de la pobreza”, de “las expectativas insatisfechas”, de la “tristeza”, del “abandono”, etc. etc. Vivimos en el mundo de la insatisfacción que nos impone un sistema donde nunca se llega. 

Avicii True Stories fue estrenado en octubre de 2017, antes de la muerte de Tim. Fue su propio documental y reúne imágenes grabadas por su amigo y cineasta Levan Tsikurishvili. En 2014, Tim debió cancelar sus shows para ser hospitalizado tras fuertes dolores abdominales en lo que diagnosticaron en el momento como una obstrucción de la vesícula biliar, “pancreatitis crónica”. En el documental se puede ver a un Audicii aturdido y bajo el efecto de analgésicos en la parte trasera de un coche tras ser dado de alta. Las imágenes lo muestran también, moviendo la cabeza asintiendo ante la insistencia de su equipo sobre algunas entrevistas pendientes. Sus colegas dicen que Avicii era un adelantado, talentoso e innovador artista pero que “disfrutaba más su faceta de productor en un estudio íntimo, sin luces que las exigencias de la exposición pública”. En 2016, cuando decidió retirarse dijo que la extrema ansiedad que le generaba subir a un escenario “lo iba a matar”. A fines de 2016, Avicii se separó de Ash Pournouri, su representante, tras años de una presión comercial y humana nefasta, según declararon sus amistades más cercanas.    

Luego de la muerte de Tim y con material fílmico de sus últimos días compartidos en Madagascar, Tsikurishvili decidió homenajear a Avicii y publicó parte de esas imágenes con el tema Heaven, interpretado por Chris Martin de Coldplay

En 2024, se estrenó en la plataforma Netflix el documental post mortem que cuenta con archivos familiares. Avicii: soy Tim, es un proyecto avalado por sus mapadres –ay, qué polémico que son estos roles– y cuenta la vida de Tim Bergling, cronológicamente, antes y durante de convertirse en Avicii.  El documental muestra imágenes inéditas y momentos íntimos de su vida y tiene un buen plus: la narración, por momentos, es en primera persona. Hablé con mi hermano que los documentales realizados por mapadres sobre grandes artistas que dejan fortunas millonarias como herencia, nos colocan en un asiento de `danger´ usted está ante una `positividad o negatividad tóxica´. Bueno,  I´m Tim, me puso en ese asiento. Muestra a un joven que en muy poco tiempo obtuvo una carrera de trayectoria global, que en la escena mainstream tenía exigencias y reconocimientos sociales de todo tipo, pero que en la vida íntima se presentaba como un joven reservado y tímido que a lo largo de su carrera libró batallas profundas. Durante el documental, que muestra imágenes de archivo familiar, aparece un joven Tim por momentos reflexionando sobre el impacto de la fama, la industria, y la cultura, o sobre su salud mental. Sin embargo, muchos de sus seguidores criticaron que evade o redunda en una narrativa sobre su vida –en un intento de limpiar no se sabe qué– en lugar de “tejer las preguntas correctas que llevaron a Tim a su drástica decisión”. Pero quién podría tener la posta, ¿no?

Uno de sus amigos más cercanos, Sean Eriksson, mencionó que el documental deja afuera los tormentos reales que atravesaba Tim, su difícil adicción a los opioides a causa de un problema de salud y por sobre todo, la escasa contención que tuvo cuando pidió a gritos ayuda porque eso podría “interrumpir parte de su carrera o por las demandas que tendría de parte de sus patrocinadores”. Según Sean, el verdadero Tim, convivió hasta el final momentos muy luminosos como persona y como artista, con decenas de cirugías en un cuerpo doblado por el dolor en su vesícula biliar. La epidemia del OxyContin, que en Estados Unidos doblegó a miles de jóvenes, en el caso de Tim llegó de la mano de sus problemas de salud antes de convertirse en una adicción. En el documental True Stories que él mismo hizo, asegura Sean, “Tim lo explica muy bien”. Sean asegura que se ha instalado una “narrativa extraña y falsa sobre Tim para convertirlo en el ejemplo perfecto de la decadencia de la salud mental” haciendo de eso una causa y no una consecuencia; en contraposición asegura, a mostrar la “increíble persona que fue y su enorme legado”. Hoy sus mapadres continúan recaudando dinero en nombre de Tim en una Fundación para jóvenes con problemas de salud mental.

 

Según la Organización Mundial de la Salud, en los últimos 30 años se triplicaron los casos de suicidio entre jóvenes, y si bien las causas son multiples e incluyen factores sociales, culturales, biológicos, psicológicos y ambientales, el mayor peligro es que por cada suicidio, crece el interés de otras personas en quitarse la vida. La OMS asegura que en los países de “ingresos altos se ha demostrado la relación entre el suicidio y los trastornos mentales, en particular depresión, consumo de alcohol, enfermedades o dolores crónicos”.

Cuando Avicii presentó Wake Me Up rompió tan fuerte los estándares musicales de la electrónica que generó rechazo en un público que a la luz de los años, estaba fuera de época. Sin embargo, estas reacciones golpearon al artista. “Perseguía una idea de felicidad que no era mía”, dice Tim, mientras aparece en videos lidiando con los embates de la cultura de masas y las crisis provocadas por la pancreatitis tomando hasta 20 pastillas por día en los últimos años de vida.

Tim Bergling se quitó la vida el 20 de abril de 2018 de forma inesperada y trágica en Omán, en el hotel donde se hospedaba, tenía tan solo 28 años. ¿Cuán delgada fue la línea entre Tim y Avicii que nadie pudo ver los huecos de su sufrimiento? Mientras vivió, Tim se mostró no sólo como un artista fuera de época, creativo e innovador que revolucionó la escena, sino además con un perfil profundamente humano y sensible que conectó con diversas problemáticas sociales, con comunidades de diversos países y una conexión especial con paisajes naturales que se dedicó a subir a su Instagram. 

“Así que despiertame cuando todo acabe, cuando sea más sabio y más viejo. Todo este tiempo estuve buscándome, y no sabía que estaba perdido”. Además de su legado musical con dos álbumes de estudio True (2013) y Stories (2015), sus sets continúan inspirando a nuevos y viejos artistas, así como a sus seguidores, a lo largo y ancho del mundo. 

En 2017, firmó contrato con Universal Music y lanzó el EP que incluye Lonely Together y Without You: “Tu dijiste que siempre estaríamos juntos, sin ti me siento perdido en el mar. A través de la oscuridad te esconderías conmigo, como el viento seríamos salvajes y libres”. 

∆ {Curaduría por Equipo Circular}

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