¿Cuánta precarización laboral es capaz de soportar una sociedad?
La flexibilización y el ajuste laboral no reducen el desempleo, ni quitan a millones de trabajadores y trabajadoras de la informalidad, no incrementan la productividad, no promueven el crecimiento económico ni el desarrollo digno de las personas. Por el contrario, aumentan la desigualdad, la precarización e informalización del empleo, además, profundiza la brecha de género.
[Reforma laboral, derecho, empleo, trabajadores]
•×Ani Alegre
© Foto Circular
Hablamos con Leandro Laurito, abogado especialista en derecho laboral y seguridad social, sobre la redefinición cultural y política que el Gobierno nacional instala a través de una Reforma Laboral que trastoca los sentidos que hasta ahora tenemos asociados a trabajo, derechos, mercado laboral, salarios, jornada laboral, obligaciones patronales y otras.
“En nombre de la libertad, se discute algo mucho más profundo que una reforma laboral: se redefine el sentido mismo del trabajo en la Argentina. Lo que está verdaderamente en juego no es la letra chica de un artículo, ni si el período de prueba dura tres o seis meses. El debate de fondo es otro: qué entendemos por libertad en una relación jurídica donde las partes no son iguales. El llamado proyecto de “modernización laboral” se presenta bajo el lema de la libertad. Pero cuando se examina su estructura lo que emerge no es una libertad compartida, sino una ampliación del margen de poder del más fuerte” aseguró Laurito.
En el diálogo con el especialista, surgieron preguntas en torno a qué países o geografías podemos observar donde la situación de las y los trabajadores, de las y los desempleados, y de la economía en general, presenta mejoras como consecuencia del debilitamiento de los derechos laborales colectivos e individuales.
Laurito considera que la discusión macro que nos tenemos que plantear es sobre dos modelos de país y por ende, dos modelos de derecho laboral que están en puja. Sin embargo, caemos en la trampa de la instalación de un único relato: “Acá el debate de fondo, es qué entendemos por libertad en una relación jurídica donde las partes no son iguales. O sea, si no partimos de la premisa de comprender cuál es la función del derecho laboral, el nacimiento del derecho laboral, del derecho colectivo, de los sindicatos, de la gremiación, no vamos a poder comprender qué es lo que está realmente en juego. Y esto es que los derechos de los que hablamos, vinieron a igualar una relación laboral que se llama hiposuficiente. Más allá del partido político con el que estemos identificados, no podemos evitar la conclusión de que no hay un pie de igualdad. Hace más de 20 años que me dedico exclusivamente al derecho laboral y es una mentira que un trabajador, tenga poder de negociación frente a un empleador”, enfatizó.
Teniendo en cuenta en los últimos años el deterioro de la formalidad laboral y de los salarios, sumado al aumento del endeudamiento, la coyuntura nos expone un patrón de crecimiento impulsado directamente por la deuda que tomó tanto el Estado Nacional como las empresas privadas, también ubiquemos en este esquema a los hogares que se endeudaron los últimos dos años. En este esquema, estamos observando un modelo que le asigna un rol menor al salario en la dinámica económica, lo concibe sólo como un costo de producción. A largo plazo, este concepto trae problemas de demanda, caída de la participación de las y los trabajadores en el ingreso, aumento de la desigualdad y, claro está, problemas de repago de las deudas adquiridas.

Podemos enumerar miles de casos y escenas, historias y rostros humanos que narran en primera persona cómo ha ido aumentando la desigualdad y la precarización e informalización del trabajo, sobre todo después de Ley Bases impulsada por el gobierno de Milei con el apoyo de otros espacios políticos (hoy afines a La Libertad Avanza). Podemos mencionar también un aumento de situaciones de discriminación y precarización en el mercado laboral hacia mujeres, jóvenes, personas mayores, y otras personas pertenecientes a grupos sociales marginados. En esta enumeración de problemas, podemos subrayar la reducción de la protección social hacia las y los trabajadores. En La región tenemos un ejemplo clave, que ya hemos tratado en otras notas desde Circular, la situación de Granja Tres Arroyos y un acuerdo marco firmado a medida del empleador.
En el caso de Tres Arroyos, así como la situación de muchas otras fábricas y plantas industriales en la región, muchas veces surgió la pregunta sobre si el mercado impactó en las empresas negativamente. Laurito asegura que no se puede desconocer que esa es una respuesta afirmativa, y que “todo parte de una misma política: No hay plata en la calle, el laburante no tiene plata para ir a comprar, la empresa reduce la producción, y todo ese circuito de impactos que ya conocemos. Ahora, lo que instalan es una política del terror, es ese miedo a perder el puesto de trabajo, que lo único que genera es una ruptura del poder de negociación real de las partes, de las partes colectivas. Esta reforma viene a romper eso, viene a romper la negociación colectiva. Están atacando a los convenios de cada actividad. La idea de la Reforma lleva por atrás, por ejemplo, un cambio de la negociación por actividad a la negociación por empresa (desde el enfoque del derecho colectivo). Esto no es algo menor. Es contrarrestar el poder de la empresa y del capital”, remarcó.
Es necesario desmantelar un juego semántico instalado en la opinión pública que tiene que ver con los conceptos “desregular” o “modernizar” asignados a referentes de La Libertad Avanza. El abogado especialista señala que es necesario pensar sobre qué se regula y para qué se regula. “Si se eliminan las reglas que equilibran una relación desigual, lo que se pierde no es burocracia: se pierde libertad real. La libertad del trabajador de no ser explotado, de no temer al despido arbitrario, de no tener que elegir entre la obediencia y el sustento. El proyecto actual desplaza el eje de protección: ya no busca equilibrar, sino “neutralizar” la desigualdad, como si no existiera. Esa omisión no es técnica: es ideológica. Convertir en simétrico lo que nunca lo fue, equivale a borrar el fundamento mismo del Derecho del Trabajo”, expresó.
El modelo basado en que los derechos laborales se ejercen en detrimento del desarrollo económico, ha sido cuestionada por expertos en los planos teórico y empírico, y se ha demostrado de forma más concreta que las reformas laborales promovidas por las políticas de austeridad, habitualmente no contribuyen a la recuperación económica. Esas reformas no mejoran los resultados económicos, por el contrario, causan grandes perjuicios a las y los trabajadores, que seguirán sintiendo sus efectos durante muchos años. Pero además, no logran escalas de crecimiento y desarrollo en marcos regionales y globales.
“Si te fijas, el común denominador es darle supuesta libertad al trabajador, por ejemplo, en las vacaciones. Proponen que las vacaciones se puedan otorgar en cualquier época del año. Hoy están circunscriptas desde octubre hasta abril, es decir, durante esa fecha el empleador le tiene que otorgar las vacaciones, puede empezar a hacerlo en octubre, terminando en abril con el límite de, una vez cada tres años que sean el verano. Bueno, el proyecto habla de que se puedan otorgar en cualquier época del año: fragmentado en no menos de 1 semana, es decir, que el empleador va a poder venir y decirte, “Che, mira te vas a tomar las vacaciones en mayo. Uy, no, pero los chicos, sus vacaciones- Y bueno, mirá, la ley me lo permite”.
-¿O sea que esto es una trampa?:
-Es a lo que quería llegar, el proyecto agrega una frase que dice: “Salvo que el trabajador opte por algo distinto.” Y ahí es donde nos tenemos que preguntar, ¿tiene poder el trabajador en una relación individual del derecho laboral a optar? Yo creo que no, por algo el derecho laboral es un piso mínimo inderogable. Por algo teníamos, que también está atacado hoy, el principio de irrenunciabilidad de derechos. Hoy te van a vender que lo mantienen, pero le agregan un cambio en la redacción que es que se mantiene el principio de irrenunciabilidad, pero se va a poder ir al ámbito administrativo y homologar un cambio. Entonces, yo me pregunto como operador del derecho y hago la pregunta a cualquiera de las y los lectores. Viene mi empleador en el marco de una relación laboral de 20 años, con un horario de 8 a 4 de la tarde y me dice: “Ahora vas a tener que trabajar de 20hs a 3 de la mañana”. ¿Tengo poder real de decir que no, si no tengo a la ley de contrato de trabajo que me establecía que ese tipo de derechos son irrenunciables?”

La desregulación del mercado de trabajo no favorece el crecimiento y el empleo
Durante las últimas décadas, aún en los períodos en que se implementaron políticas expansivas de empleo y salario, la economía de nuestro país se caracterizó por altos niveles de informalidad y exclusión. Milei profundizó esto dejando a la economía nacional en una posición vulnerable ante la lógica del capital financiero global. Produjo una inserción asimétrica y estructuralmente dependiente del sistema financiero internacional y esta subordinación, no debe ser entendida como el simple crecimiento del sector de las finanzas a expensas de los sectores productivos, sino como una lógica política de sometimiento de los Estados, los hogares y los ciudadanos a través de la creación de deuda. Algo que no es ajeno a nadie, todos los números advierten que el 91% de las familias argentinas tiene deuda.
Fito Páez decía en el disco que lleva el título de esta canción: “Giros, dar media vuelta y ver qué pasa allá afuera, no todo el mundo tiene primaveras”. La mayoría de las veces, la música y la poesía, nos permiten retratar un presente que debe ser narrado con otros lenguajes posibles. Canciones de ayer que traspasan épocas y vuelven a ser las lupas que buscamos para entender cuáles son las discusiones. Por eso al comienzo de esta nota, decíamos que este debate es cultural. Tenemos amistades, familiares y hasta nosotras mismas en condiciones de total informalidad laboral, trabajamos el doble o el triple de jornadas para lograr los ingresos que hace una década atrás habíamos logrado con un solo trabajo. Pero hoy en Argentina el sueldo vale cada vez menos y este es un dato de la calle imposible de negar. Claro está, que esta oleada de precarización laboral es la consecuencia a largo plazo de la consolidación de un diseño institucional global basado en impulsar la competitividad y la productividad de las economías y las empresas. A cambio de que no haya crecimiento para el pueblo trabajador, acá seguimos lavando los platos, acá no hay promoción de la innovación tecnológica, no se discute la concentración de los monopolios ni la distribución, no se enfrenta nadie a las malas prácticas corporativas. Acá ¿saben qué? se nos pone a competir entre trabajadores y trabajadoras a ver quién gana menos o quien queda más precarizada.
“En toda relación donde uno depende económicamente del otro, la supuesta simetría contractual es una ficción. Y todo el andamiaje del Derecho del Trabajo desde la Ley 20.744 hasta el artículo 14 bis de la Constitución- se construyó para dar sustancia a esa igualdad que no existe en los hechos. Cada vez que se intentó resolver los problemas laborales desde la eficiencia económica, el resultado fue el mismo: salarios deprimidos, sindicatos debilitados y concentración de poder. Por eso el debate no puede reducirse a cifras o productividad. Lo que se está decidiendo es si el trabajo seguirá siendo un derecho con contenido social o una simple mercancía más del mercado”, añade Leandro al debate agregando además una mirada por fuera de la geopolítica nacional: “está probado en todo el mundo que el trabajador produce mejor con jornadas más cortas y acá en Argentina estamos hablando de ampliarla, porque el proyecto lleva la posibilidad también de extender la jornada hasta 12 horas bajo el ropaje semántico de la libertad que el límite sea las 12 horas de descanso. Lo mismo que sucedió con el periodo de prueba, que ya está vigente la extensión y por convenio colectivo podrán ampliarlo más. Bueno, eso es como darles un ring a dos partes tratando de sacarle la desigualdad y el poder para que se sienten en una mesa a ceder derechos en vez de poder negociar. Otra vez es el ataque el ataque a las fuerzas que equilibran, vuelvo a decir, esa desigualdad que hay en una relación laboral, si no la comprendemos, no vamos a poder hacer una crítica realmente a lo que se viene”.
Pareciera incompatible con el desarrollo económico que plantea el proyecto de la Reforma laboral impulsada por Milei, que las y los trabajadores argentinos tengamos pretensiones de consumo y bienestar. Dentro de los puntos más destacables que se conocieron en las últimas horas, se expone sin ocultamientos que la La Libertad Avanza asegura que la economía sólo podrá volver a crecer de manera sostenida si se termina con las aspiraciones de movilidad social ascendente de la clase trabajadora, o esta idea impulsada por las organizaciones colectivas que pelean por ellas. Palo, domesticación y sometimiento; su solución es refundar el lenguaje del “trabajador, el “derecho” y la “libertad” a través de un mercado laboral que ya está mercantilizado, fragmentado, desregulado y flexibilizado. Y también se nota, que gobiernan un país trabajador con el que están profundamente enojados.

