jueves, 10 de julio de 2025
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Más laburo y menos plata

El mundo del trabajo es muy diverso en las riberas entrerrianas sosteniéndose un factor común: la mayoría de las personas que conocemos tiene problemas de empleo en medio de un mercado laboral que expone altos niveles de sobreocupación, pluriempleo, informalidad y precarización. Tomamos, para ilustrar esa heterogeneidad, testimonios de laburantes de la educación, la comunicación, el estado, el turismo y la gastronomía y los sindicatos.

[Salario, derechos, empleo, pobreza]

  • × Ani Alegre

© Foto: Clara Chauvin

En estos días tener laburo no garantiza derechos, ni ingresos dignos, ni una vida fuera de la pobreza. No es una problemática nueva, incluso esta primera frase impera en el sentido común sobre la situación que atravesamos desde la clase trabajadora. Pero en rigor es una afirmación basada en números expuestos por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, que refleja el fuerte deterioro del poder adquisitivo en los últimos años. 

La sociedad entrerriana no es una isla ajena al contexto nacional y trabaja casi en su totalidad  -salvo la mayoría de niños, niñas y ancianos que están cubiertos por la seguridad social- y ese trabajo no necesariamente está acompañado por los derechos que envuelve el empleo formal. Hoy el 30% de las y los laburantes no llegan a cubrir el costo de la canasta básica, es decir, cientos de hogares por debajo de la línea de pobreza pese a estar empleados. 

Juan Godoy es referente de la CGT Filial Colón y en diálogo con circular.ar opina sobre la coyuntura: “Tenemos tantos compañeros en la calle que han quedado sin trabajo y muchos en la mira del estado prontos a quedar sin empleo, que es un contexto muy difícil. Además, atravesamos una economía maligna que nos golpea todos los días. Seguimos insistiendo y estamos acompañando las marchas de los jubilados y la defensa y reclamo de los derechos de las y los trabajadores.

Godoy afirma que “son tiempos de aguante”. En la costa del Uruguay y del Paraná son miles quienes laburan en el Estado y la motosierra de Milei, en nombre de la eficiencia, celebra despidos masivos. Asimismo, el sector privado ya comenzó a evidenciar los primeros coletazos del ajuste; frente a la contracción del consumo y la caída de la actividad acreditamos en distintos sectores como el avícola, turístico y comercial, la reducción de jornadas, suspensiones y despidos. La recesión golpea al rubro textil, al industrial y a la construcción. Las desigualdades se ensanchan y la pobreza crece.

“Estamos en un contexto nacional y provincial que a las y los trabajadores nos genera mucha preocupación. Mientras el gobierno nacional no admite la inflación que pulveriza los salarios de quienes tenemos el privilegio de contar con un sueldo mensual, estamos en un pasaje de deterioro de la comunidad, del tejido social, que genera muchas veces una pelea de pobres contra pobres en donde, por ejemplo, si alguien que tiene un departamento o una casa para alquilar, quiere sacar una tajada de un trabajador o una laburante que no puede con esos costos altísimos e irrisorios de alquileres y empezamos a no valorar a la persona. Mientras tanto, las y los trabajadores no podemos pensar en ahorrar y construirnos un techo digno. Esto es algo que crea incertidumbre y mucho malestar”, afirma Licia Méndez CTA de las y los trabajadores Colón. Respecto al trabajo docente manifiesta: “Es una profesión sumamente feminizada, las maestras se ven en situaciones no sólo de tener más de un cargo -que genera no poder, por ejemplo, cuidar de sus hijos e hijas, disfrutarlos y acompañarlos en su crecimiento- sino que además cuando llega a su casa debe continuar con las tareas domésticas. Un aspecto comprobado por un montón de estudios que también es trabajo no remunerado porque, claramente, tampoco podemos darnos el lujo de pensar en alguien que pueda colaborar con esas tareas del hogar pagando un sueldo digno”.

Destaca también que la docencia se encuentra en un contexto desolador que, al igual que muchas trabajadoras y trabajadores, se ven todos los días obligados a sumar una changa más, un emprendimiento, venta de algo. Es decir: más trabajo, más carga mental y menor tiempo libre, lo cual claramente deteriora la salud mental y vincular de todas y todos.

Entre la supervivencia y la pelea por los derechos laborales

A la informalidad laboral y los bajos salarios se le suma algo sumamente importante: el aumento del endeudamiento. Este hecho se implantó no sólo como un patrón de crecimiento impulsado directamente por la deuda que tomaron tanto el Estado Nacional como las empresas privadas, sino también los propios hogares. De esta manera contraer deuda asigna un rol menor al salario en la dinámica económica de cada laburante hecho que genera a la larga problemas de demanda, caída de la participación en el ingreso, aumento de la desigualdad y problemas de repago de los compromisos adquiridos. “Cuando hablas con compañeras o compañeros, la mayoría te relata que aunque trabajen seis días y se sumen ventas o alguna cosa extra, apenas les alcanza para llegar a fin de mes” dice Kinoto Vázquez de la CTA Paraná.

Ahora: ¿cuánta indigencia es capaz de soportar una sociedad que se dice democrática? ¿Acaso es posible hoy capacitarse para conseguir un trabajo, educarse plenamente, acceder a una vivienda digna, ejercer las libertades democráticas o gozar del acceso a la salud, sin poder alimentarse? ¿Cuántos casos conocen? ¿Qué debería suceder con todas aquellas personas cuyos ingresos, a pesar de trabajar, no son suficientes?

“Lamentablemente nuestra clase trabajadora viene de retroceso en retroceso, estamos ya prácticamente al límite de pasar a ser parte de un inventario nostálgico de lo que alguna vez fue la dignidad del laburante. Con un modelo de extractivismo y saque a nivel nacional, con un modelo de transferencia de recursos a los poderes concentrados donde se ha planteado al obrero, el hombre y la mujer de trabajo, como la principal variable de ajuste. Se ha demonizado a las y los laburantes tratando de instaurar una era de reformas que hacen al retroceso en materia de derechos laborales” agrega Kinoto.

¿Posta que no la vemos? La pobreza aumenta y tiene una característica especial: la pauperización de los asalariados. Vemos el empobrecimiento de la clase de trabajadores de servicios y la industria. Vemos un aumento mayor de las necesidades básicas entre cuentapropistas, vendedoras ambulantes, changarines, feriantes, gasistas, electricistas, prestadoras de oficios varios en los hogares, comerciante de pequeños negocios. Vemos desocupación, largas colas en los llamados de búsquedas laborales e interminables listas de mails cuando salen vacantes en alguna firma. 

Juan Pralong es locutor, periodista, empleado de la radio pública LT 11 en Concepción del Uruguay y delegado local de la Sociedad Argentina de Locutores (SAL). Analiza la situación de las y los laburantes de los medios y dice: “Nuestra realidad refleja una precarización general: salarios de pobreza e indigencia que no escapan al común de la población trabajadora del país”. En la charla se refiere también al sector privado de los medios y destaca como factor común la informalidad laboral y el multitrabajo. “Son cosas de todos los días con trabajadores que tienen que tener varios empleos para llegar a fin de mes, con pagos y haberes irrisorios. En el caso de los medios públicos también prima el ajuste salarial con básicos de indigencia en todas las radios públicas del país, con un ajuste en la situación edilicia, de higiene y seguridad laboral con convenios colectivos que no se cumplen”.

Nos enfrentamos a una gran crisis que abarca lo ambiental, lo social, lo político, lo sanitario; y parte de ese cambio implica una enorme crisis del trabajo debido a la pérdida de derechos, la flexibilización y freelancismo, profundización de la necesidad y el hábito de la autoexplotación, la automatización de más y más tareas. El rubro hotelero y gastronómico, que en Entre Ríos tiene un valor predominante, evidencia esta situación. El presidente de la Asociación Hoteleros, Gastronómicos y Afines del Departamento de Colón (AHGA) opina: “La situación es compleja. Si bien hay ocupaciones dispares en el sector, todo ha cambiado bastante desde la asunción del nuevo gobierno y su paquete de medidas económicas, provocando que una actividad como la nuestra, que es recreativa y de salida, sea una de las más perjudicadas y afectadas”.

Mario destaca también que es muy difícil trasladar a precios el aumento de los costos y añade que los incrementos salariales fueron importantes en el último tiempo porque venían con cierto retraso. “Esto se da en un contexto de baja de la actividad entonces impacta en la rentabilidad de los negocios, sobre todo gastronómicos y lo mismo sucede en hotelería. Hoy la gente sale a comer menos, ocupa menos de esos servicios y la dinámica ha cambiado bastante”, agrega.

Los salarios no caen por error

Pluriempleo y sobreocupación laboral, pérdida del poder adquisitivo, retroceso en materia de derechos laborales, flexibilización, desempleo, falta de oportunidades, salario básico irrisorio. Son muchos los frentes que se abren en la actualidad para poner en palabras el mercado laboral que vivimos las y los entrerrianos, algunos de carácter conceptual y otros de carácter práctico. Hablamos de problemática estructural sumergida, además, en la hipótesis del fin del trabajo tal como lo conocíamos, en una época de superabundancia que, paradójicamente, es restrictiva y limitante en cuanto a las posibilidades de acceso al empleo y a un ingreso mínimo para la subsistencia. 

Nuestros salarios dibujan un país donde sólo sobrevive quien puede especular.  Los salarios no caen por error sino por diseño, y detrás de los fríos porcentajes hay vidas rotas, hogares que se organizan como pueden mientras crece el número de familias que asisten a comedores, mujeres y disidencias sobrecargadas por trabajos de cuidado no remunerados, tarjetas de crédito imposibles de pagar, un fin de sueldo cada vez más corto y un sistema económico que redirige el excedente hacia la fuga de divisas como marcan los últimos titulares de la prensa.

 

∆ {Curaduría por Equipo Circular}

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