sábado, 2 de noviembre de 2024
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La lealtad es para toda la vida

A pocos días de que asuma como nuevo Presidente de Boca Juniors, Román Riquelme, el Román de los hinchas, fue celebrado en unas elecciones históricas para el fútbol argentino que se tejió al calor de operetas de odio de clase. La crónica de una épica que quedará para siempre: el día que los socios le ganaron a la casta empresarial.

La resistencia

Riquelme fue electo presidente de Boca por una diferencia de treinta puntos. Ese día Macri no fue a votar, se tomó un avión rumbo a Arabia Saudita para presenciar las semifinales del Mundial de clubes. Pero la lealtad de los hinchas fue una demostración de fuerza impenetrable, supieron surfear las operetas en la Justicia, a los medios de comunicación instalando sus narrativas de odio de clase sobre la gronchada boquense, y arengaron a los socios a ir a votar por Román y defender el club y la camiseta que comanda sus corazones.

“Si antes dije que ganaríamos 85% a 15% las elecciones, ahora digo que ganaremos 95% a 5%”. Los medios dominantes, siempre tan puntillosos para unos y no tanto para otros, dirán que Román equivocó los porcentajes de la Batalla Final contra la oposición. Ese periodismo y el poder real jamás le perdonarán haber sacado al macrismo de Boca tras 24 largos años. ¿Por qué puede ocurrir algo semejante? Porque las historias de superación que nos muestran los medios hegemónicos y dominantes, siempre son narradas desde el lugar del héroe que se sobrepone a una vida que estaba destinada a fracasar. Las agendas de los medios, usualmente muestran a un muchachito, o una chica de bajos recursos con un estereotipo animal que lo fija como “únicos en su especie”: bichos raros de una clase social a la que desprecian y siempre quieren que esté por debajo de otras que ostentan el poder. O peor aún, bajo su suela. Pero en esta historia el raro espécimen se les retobó, entonces terminó la mirada piadosa y empezó el ataque firme y sostenido.

¿O acaso no fue siempre así con Román? El primer conflicto se suscitó por el sueldo de Riquelme apenas comenzó su carrera en Boca, en 1998. ¿Qué había ocurrido? El Parma posó sus ojos sobre la incipiente figura de Román y el club pedía por él 14.000.000 de dólares, el jugador aseguraba que no podía valer tanto si su sueldo era de apenas $ 1500. La historia termino con el recibo de sueldo en la tapa del diario deportivo Olé. Allí se explicaba que había un supuesto reajuste que lo elevaba de $ 1500 a $ 5788. La aclaración vino del diario que está bajo la órbita de Clarín, es decir de Macri. Fue la única vez en la que un recibo de sueldo de un jugador ocupó la tapa de un diario. El chico pobre y de familia numerosa y esforzada que jugaba en La Carpita (un equipo del barrio San Jorge, en Don Torcuato, partido de Tigre)  había osado desafiar al poder. El personaje de la historia de superación le dejaba lugar al villano, el malo o el complicado, el díscolo, el conflictivo. Todos los nombres que tuvo Román durante estos años crearon una imagen negativa. Frente a él, se creó otra imagen pero angelada, la de Martín Palermo, el gran ídolo xeneize que gozó de las mieles de la prensa macrista. El bueno y el malo, el blanco y el negro, el hijo pródigo y la oveja negra descarriada. Ni más ni menos que las estrategias de construcción de los imaginarios que desde la política instalan sentido común para deshumanizar y demonizar a diversos sectores sociales. Esa es la cuestión. Las vueltas de la vida (o mejor dicho, Mauricio) hicieron que en esta elección se volvieron a ver las caras, Román y Martín, pero esa es otra historia.

El día del enorme triunfo de Román, la elección fue casi de película: Macri dejó a sus empleados para poner la cara mientras él -aducía un compromiso- o falta de él –ineludible- que lo obligaba a asistir al Mundial de Clubes por su puesto en la Fundación FIFA. Andrés Ibarra, Martín Palermo, Schiavi y hasta el mismísimo Presidente de la Nación, concurrieron a votar y hacer acting para las cámaras, mientras Mauricio los miraba desde los cielos. Los estruendosos silbidos a Milei quien estuvo 3 minutos y se fue abucheado e insultado, el día de tormenta que se desató sobre Buenos Aires, la fiesta en la calle que se sostuvo durante los comicios y conteos de los votos, y finalmente el resultado exitoso para Román,  fin a todas las estrategias de la casta y concluyeron con un día más épico y con más m´sitica que si se hubieran realizado el 3 de diciembre, tal como estaban pautadas.

Enfrentarse al poder real nunca es gratis

El pueblo xeneize manifestó un apoyo multitudinario al ídolo más importante de su historia y lo cierto es que la apuesta de Macri y Andrés Ibarra (su ex empleado en SOCMA, Correo Argentino, Secretario de Recursos Humanos del gobierno porteño, ministro de Modernización en la ciudad y en la Nación) lo único que hizo fue fomentar, potenciar y encender la llama del pueblo boquense. La elección contó con la participación de 43.367 socios en un día muy complicado para concurrir a la Bombonera ya que el temporal de la madrugada y la lluvia constante atentó contra una concurrencia aún mayor. Pero ese día, Román se convirtió en el presidente más votado de la historia del fútbol argentino y Boca, en el club con mayor concurrencia de socios en una elección, batiendo su propio récord de 2019 con casi 38 mil votantes. Este dato lo colocó además como club en el segundo a nivel mundial, sólo superado por el Barcelona con 57.089 en 2010.

Para que ello ocurra, tuvieron que pasar muchas cosas: jueces, juezas y la Cámara Civil que falló para que las elecciones se realicen el domingo 17 de diciembre de 2023. El 28/11 la jueza Alejandra Abrevaya, hermana del diputado del Pro Sergio Abrevaya -quién fuera electa por decreto en 2018 por el entonces Presidente de la República Mauricio Macri- ordenó un fallo suspendiendo las elecciones. Boca recusó a  la magistrada y se designó a la jueza Analía Romero quien se excusó de tomar el expediente por ser socia activa del club curiosamente sin haber pasado por adherente en la gestión de Angelici. Posteriormente,   pasó al juez Sebastián Font, y luego la causa regresó a manos de Abrevaya por decisión de la Cámara Civil. Lo cierto es que los tres integrantes de la Cámara fallaron por unanimidad indicando el mal desempeño de la jueza y definiendo que las elecciones debían realizarse con la participación de todos los socios. Entre los argumentos, aseguraban que se guiaba por indicios, que no tenía prueba alguna de irregularidades de ningún tipo y que el oficialismo había actuado con total conocimiento y dentro de lo que marcaba el estatuto del club. Sin embargo durante las semanas previas, las pantallas y las tapas de los medios se ocuparon de tergiversar la información señalando que habían más de 13 mil socios objetados –cuando en realidad eran menos de 4000 por un sondeo que había realizado la jueza-. La Cámara ratificó que era pertinente su inclusión al padrón, por lo tanto podían votar normalmente. Sin embargo, 48 hs antes de los comicios, la jueza Abrevaya volvió con una operación judicial y decidió que los 13.364 socios observados debían votar aparte y con controles de la IGJ y del Poder Judicial. La magistrada debía girar el fallo a la Cámara pero nunca lo hizo, a pesar de las intimaciones hasta último momento. Consumado el acto electoral las preguntas que rondan son si recibirá alguna sanción o juicio político y qué costo va a tener su exposición tras el fallo de la Cámara que desacreditó casi todas sus actuaciones. Finalmente, la Cámara volvió a contradecir a la jueza y ratificó el derecho de los 13 mil socios cuestionados por el macrismo. En este fallo se desestimó el recurso de queja presentado asegurando que el desarrollo de las elecciones “no ocurrió como lo establece el ordenamiento legal de forma”. Además, agrega que “pese al esfuerzo realizado por la representación letrada”, “corresponde desestimar el recurso de queja con el alcance expuesto en este pronunciamiento”.

El fin del macrismo en Boca y la pelea por las asociaciones civiles

Para colmo de males, dentro del terrible DNU de Milei también se declama lo que contamos en estas líneas no hace mucho tiempo: se habilita que los clubes de fútbol pasen a ser Sociedades Anónimas. En el discurso el mandatario afirmó:“Modificación de la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas si así lo quisieran” . Nada nuevo,dentro del pacto con Macri Boca y las SAD eran el tesoro más preciado.

Nunca es bueno augurar ni asegurar finales de ciclo para personajes poderosos económicamente y políticamente en Argentina. La abultada derrota de Macri y su séquito en Boca, permite disfrutar al menos por un tiempo, del fin de los planes del ex presidente y sus delfines en la institución. Evidentemente la estrategia trazada por el engranaje del ex Presidente no fue la correcta, apostar a la Justicia cómplice para recuperar Boca no le rindió sus frutos. La casta que copia y pega estrategias de un ámbito a otro, vio cómo se desmoronaba en Boca lo que en la política nacional tantas alegrías le había dado. Tal vez envalentonado y embalado por el triunfo de Milei y su aporte al gobierno del libertario, Macri se paseó por todos sus canales amigos (ESPN, TYC y LN +) tirando frases, acusaciones y máximas sin sustento alguno ante la mirada -y el silencio- siempre cómplice de sus empleados mediáticos.

 

En el juego del amo y el esclavo, Román lo dijo claramente: “Nunca fui ni voy a ser empleado de ellos”. Lo hizo con hechos antes de ponerlo en palabras, desde aquel pase frustrado al Parma cuando sólo era un pibe de 18 años que soltaba las cadenas del poder que pretendían amordazarlo y dio rienda suelta a la verdadera libertad, la más hermosa que puede existir: ser fiel a sus convicciones y recoger así la lealtad de sus hinchas, los que lo vieron crecer en la cancha, los que lo vieron nunca mentir ni rendirse clavando su mirada en la tribuna y sus grandes orejas de Topo Gigio que de pecho erguido, quebraba su relación con la dirigencia boquense en el superclásico del 8 de abril de 2001 con un 3-0 frente a River.

Román volvió a demostrar que no todo se puede comprar. Que salir desde abajo tiene sus méritos que supo cosechar este pibe que llegó hasta séptimo grado y aprendió que la vida es una escuela. De adulto, con inteligencia, ternura, franqueza y mucha estrategia, se enfrentó constantemente a aquellos que dicen haber estudiado en universidades caras y prestigiosas. Hace unos días declaró uno de sus mayores aprendizajes, tal vez el que conquistó cada corazón de los hinchas durante su carrera y hoy Presidencia de boca, aseguró que “tener poder es que te quiera la gente” Y vaya si te quieren Román. Volvió el tiempo del Pueblo y ese logro siempre será de él y de los hinchas.

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